Manos Duras y Suaves en Blackjack

Todo Sobre Manos Duras y Suaves en Blackjack

El blackjack es considerado uno de los juegos de casino más populares en todo el mundo. Su popularidad se debe, en parte, a su aparición en el cine y la televisión. Otros factores que han contribuido en la creciente popularidad del juego son su sencillez y la disponibilidad de las distintas versiones del juego en línea que permiten a los apostadores jugar desde cualquier lugar con una conexión a internet. Sin embargo, la verdadera razón es que se puede ganar dinero con este juego.

A diferencia de otros juegos de apuestas donde los resultados de una mano dependen meramente de la suerte, en el blackjack el participante sí puede intervenir en el resultado de la mano. Si un jugador pide una carta adicional cuando no corresponde podría perder la mano. Y hacerlo repetidas veces podría hacerle perder su dinero muy rápidamente. Pero si se aplica la estrategia correcta y de manera rigurosa, sucede lo contrario.

No obstante, para poder aplicar correctamente la estrategia básica del blackjack es necesario hacer una distinción adecuada entre los dos principales tipos de manos en este hermoso juego de probabilidades. Existe una diferencia entre las manos blandas y las manos duras y si un jugador quiere tomar decisiones óptimas de juego es esencial que la conozca y sepa como aplican en la estrategia básica del blackjack.


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Definición de Manos Suaves y Manos Duras

Los términos manos suaves y manos duras son realmente muy fáciles de entender. En el blackjack las cartas están valoradas del 1 al 11. Las cartas del 2 al diez están valoradas según el valor nominal representado en la carta, las figuras J, Q, y K tienen un valor de 10 puntos y el As es un caso especial, ya que su valor puede variar en 1 u 11 dependiendo de la situación. Este valor variable del As es lo que permite hacer dos distinciones en el tipo de mano: manos duras y las manos suaves o blandas.

¿Qué es una mano suave?

En el blackjack cada mano empieza con los jugadores recibiendo dos cartas cada uno, al igual que el repartidor. Las dos cartas que recibe el jugador se denominan mano. Siempre que el jugador reciba dos cartas entre las que se encuentre un As se trata de una mano suave. El motivo es simple, tener un As significa que el jugador nunca puede superar los veintiuno al solicitar una carta adicional, independientemente del valor de la tercera carta. En este caso solo se puede mejorar la mano. El As es la carta más poderosa en el mazo ya que permite al jugador cambiar su valor en la mano durante todo el juego.

Cuando un crupier reparte una mano en la que el As está acompañado de cartas comprendidas entre el 2 y el 9 se trata de una mano de cartas blandas ya que el poder alternar el valor del As en 1 u 11 otorga al jugador cierta ventaja. Si el As está acompañado de un 10 o una figura, estaremos en presencia de un blackjack.

Por ejemplo, un jugador que recibe una mano inicial con un As y un 7, su mano podría ser valorada en 18 puntos (11+7), sin embargo si se cuenta el As como un 1, entonces el valor de la mano sería 8. En este caso se dice que se trata de un 18 suave. (Cuando se contabiliza el As como 11 en una mano siempre se denomina “suave” a la puntuación debido a que siempre se puede transformar el 11 en 1).

En la mesa de blackjack se presentan múltiples situaciones en la que una mano blanda inicial se transforma en una mano dura después de tomar una o más cartas adicionales. Si después de recibir una tercera carta el As puede seguir tomando un valor de 11 entonces seguirá siendo una mano suave, de lo contrario se convertirá en una mano dura. En otras palabras, una mano blanda pasa a ser una mano dura cuando el As toma el valor de 1.

¿Qué es una mano dura?

El término mano dura se utiliza debido a que el valor final de la mano no puede ser modificado como ocurre con las manos donde hay un As presente. Las manos duras en el blackjack pueden ser de dos tipos: aquellas manos donde al repartir las cartas el jugador no recibe un As, y aquellas que contienen un As pero donde este no tiene la flexibilidad de cambiar su valor a 11, es decir solo se le puede asignar un valor de 1. Esta regla aplica para no arriesgarse a superar el 21.

Por lo general, una mano dura es aquella en la que se corre el riesgo de pasarse después de pedir una carta adicional. Aunque una mano con un 2 y un 3 técnicamente es una mano dura no es considerada como tal porque se puede mejorar sin riesgo. Por lo tanto, se considera que una mano dura es aquella donde se corre el riesgo de exceder los 21.

Jugando con Manos Duras y Suaves

Es de gran importancia que el jugador pueda distinguir entre una mano suave y una mano dura, ya que los movimientos de la estrategia básica varían según el tipo de mano. Otro factor que es importante tomar en consideración es cuántas barajas están en juego al momento de decidir si pedir o plantarse. Todo esto puede mejorar las oportunidades de ganar y reducir la ventaja del casino.

Manos Duras y Suaves en Blackjack

Cuando un jugador tiene una mano dura debe decidir si se planta o pide una carta adicional. Se debe tener especial cuidado para tomar la mejor decisión posible, la cual debe estar basada en el valor de las cartas en su mano y en la carta expuesta del crupier. Para ello siempre se debe asumir el que el repartidor tiene un diez en su carta no expuesta. Por ejemplo, si la carta expuesta del crupier es un 10 entonces se debe asumir que tiene un total de 20. Este valor es el total estimado que, en la mayoría de los casos tendrá que superar el jugador para ganar la ronda.

Por ello, en las manos duras, se recomienda pedir cartas adicionales hasta que la mano alcance o supere el 17. No es recomendable pedir una carta nueva con un 17, 18, 19 o un 20 duro ya que estos ofrecen una mayor posibilidad de ganar la mano. En tales situaciones siempre es recomendable plantarse.

Las peores manos en el blackjack son las que suman de 12 a 17 puntos duros. En este caso las expectativas de ganar a largo plazo son menores independientemente del valor de la carta no expuesta del repartidor. Lo que es aún peor, un jugador recibirá una de estas manos en el 40% de las jugadas. En tales circunstancias lo mejor es confiar en la estrategia básica e ignorar el instinto.

Las manos blandas son buenas para los jugadores porque les dan mayor flexibilidad, esto se debe a que pueden cambiar el valor de sus cartas hasta obtener un valor lo suficientemente fuerte contra la carta expuesta del crupier. Cuando se juegan correctamente, las manos blandas ofrecen mejores oportunidades de obtener beneficios en el blackjack, ya que no es posible pasarse pero sí se puede mejorar la mano. Las manos suaves por lo general requieren un enfoque más agresivo dependiendo de la carta expuesta del repartidor. Esto significa que el jugador puede doblar su apuesta inicial para obtener más beneficios.

La estrategia básica recomienda que el jugador nunca se plante con una mano suave entre 13 y 17. Sin embargo, se debe considerar que a menudo una mano blanda se convertirá en dura al pedir una carta adicional, con lo cual se deberán utilizar las reglas que aplican a las manos duras.

La Regla del 17 para el Crupier

En el blackjack, el repartidor juega después de que todos los jugadores de la mesa hayan jugado sus manos. Sin embargo, hay ciertas reglas que aplican al juego del crupier. El repartidor está obligado por las reglas a pedir con 16 y plantarse con 17. No obstante, muchos casinos han modificado esta regla para obligar al repartidor a pedir más cartas en caso de tener un 17 suave.

En general, esto es considerado malo para los jugadores ya que le da al repartidor la posibilidad de mejorar su juego en un total más alto, lo que a su vez eleva la ventaja de la casa en un 0.22%. Por esta razón lo mejor es buscar una mesa y variante del juego donde el repartidor esté obligado a plantarse en todos los 17 ya que esta regla juega a favor de los jugadores.

Conclusión

Para un jugador de blackjack es importante estar familiarizado con los términos de mano blanda y dura, de esta forma podrá tomar sus decisiones de juego basado en la estrategia básica. Los mejores movimientos dependen del tipo de mano que tenga el jugador. El blackjack es un juego de habilidad y cada vez que un jugador logra mejorar en su juego, aumentan sus oportunidades de ganar. Después de todo lo que hace que el juego sea tan interesante y emocionante es la oportunidad de obtener ganancias y poner a prueba las habilidades del jugador.